Jesús, cuanto desvarío al socaire de tu opinión sobre los abstencionistas. Después de leer los comentarios que se refieren a este asunto, me quedan muchas dudas sobre la autenticidad del valor democrático de quienes usan uno de los derechos que la democracia consagra “la libertad”, para justificar su posicionamiento con argumentos carentes de sentido común y en muchos casos, con tintes de parásitos sociales que justifican su no alineación al sistema, intentando denigrar a quienes ejercen su derecho a votar. Echando la vista atrás y leyendo a estos “abstencionistas baratos”, uno se reconfirma en que valió la pena luchar en la dictadura para conseguir este grado de libertad que disfrutamos, entre que me permite entre otras cosas poder elegir –con los defectos de la Ley electoral actual- a los representantes políticos que a mi modo de entender, pueden llevar a cabo mis inquietudes económicas y sociales. También me permite comprender a quienes se abstienen con razonamientos.
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